sábado, 31 de octubre de 2009

- Inalcanzable.

- No te imaginas cuantísimo te puedo llegar a querer. Los besos se dan, pero ya está, no hay nada más. Pero yo quiero uno de esos, que sí, que se dan, pero estos no se van.
Quiero ir de la mano por la calle y que dejes tus huellas en las mías invisiblemente, con tus yemas.
Y qué cada día me despierte con un bonito recuerdo del día anterior.
Cómo cuando fuimos a Venecia.
Aun recuerdo como el suave viento rozaba nuestras caras poco a poco...hasta que empecé a tener frío y me dejaste tu chaqueta azul cielo, que compajinaba con tus ojos.

Hay muchos recuerdos, pero solo recalcar una cosita.


- No te imaginas, cuanto te puedo llegar a querer.

viernes, 30 de octubre de 2009

Aquí MANDAN las DIVINAS.


-Querido.



. Querido diario:
   


Me resulta imposible no verlo cada mañana al despertarme oyendo: Buenos días princesa, y sobretodo, no escuchar su voz.
Aún recuerdo aquellos días, cuando por la mañana lo veía despertarse...esbozando, y sonriendo con sus dos oyuelos y sus ojeras milimetradamente perfectas. Cuando salías de la ducha, con la toalla por la cintura dejando ver los restantes entrantes...Y venías y me traías e desayuno con el zumo de naranja y las tostadas en aquellas sábanas blancas dónde nos acóstabamos. Y a la tarde nos íbamos a la playa..y cogíamos el hiate para perdernos un poco, y plasmas recuerdos en fotografía. Y a la noche veíamos el atardecer...y después contábamos estrellas y me contabas chistes malos para que sonriese...


Lo hecho tanto de menos y lo peor, es que no lo sabe.


Att: Melisa.






- Querido diario:


No sabes cuando me cuesta levantarme cada mañana sin oír sus susurros en mis oidos diciendome: Te quiero,tequiero, te quiero, o escuchar su risa el verme bostezar.
Cuando se levantaba para prepararme la ducha, y me daba una caricia al meterme en el baño diciendo que me hecharía de menos.
Y cuando salía..que se volvía a sonrojar como la primera tarde de Invierno en la cual quedamos para confesar sentimientos.
También extraño las tardes de verano, viendo como la suave brisa rozaba su pelo y ella cerraba los ojos, para que le diese un beso en la frente, y me dijese gracias por existir.
O los atardeceres en la terraza o tumbados en la arena, contando las estrellas y diciéndonos que triplicariamos el número en querernos...
No sabes cuanto hecho de menos verla sonreírme...
Y lo peor. qué todavía...todavía la quiero.
Att: Nick.

lunes, 26 de octubre de 2009

-Quizás.

- Oye tú crees qué se estará bien en las nubes?
- Amanda por dios, estás loca.
- Sí, y tú estás muy bueno. Pero respondemeeeeeeeeee Jack.
- Pues claro que se está bien si estoy contigo...
- Cómo me gustas...
- Aver! Vamos a hacer locuras ! Nos tumbamos en la hierba?
- Mmm, suena divertido..pero claro...sólo se está bien si estoy contigo. Además, que sepas, que se está haciendo de noche, asique podemos mirar las estrellas.
-Eh! Mira! Mira esa de aí. 
- Tiene forma de escoba...Pero no podemos volar...
- Nuestro amor tiene magia...porque es mágico..asique, nada es imposible.

- Te quiero pequeño soñador...

sábado, 17 de octubre de 2009

Noches.

+  Y todas las noches el cielo me hablaba de él. Entonces supe qué era. No quedaba muy lejos mí destino de tí, yo siempre había soñado con encontrarle.


- Oye, qué podemos hacer? Me aburro.
- Yo sé de un método perfecto para no aburrirnos Rachelle...
- Creo qué mi cama está desecha...no supondrá un problema desacerla un poco más mi amor...


Entonces me cogió por la cintura y me llevó hasta la habitación color rojo, mordiéndome...



- Eh, Jack, sabes? Creo qué te quiero.

jueves, 15 de octubre de 2009

.Un, dos, tres, ACCIÓN.

    + Esperaban días lluviosos, habían dicho. Eso era demasiado bueno. Todo valía para bajar mi temperatura cuando la tenía cerca. Ella ocupaba parte de mi mente, y la otra que quedaba, también. 
Además, no la conocía, pero recuerdo el primer momento en qué la vi como si fuese ahora mismo.
Ella vestida su falda alta de color carmín, con su camisa floja a cuadros, y sus tacones de cuero negro metalizado. Su cara era perfecta, para mí.
Sus ojos azul-mar dejaban ver en su cara blanca algo demasiado destacable, y su boca era tan roja como una manzana madura. Su pelo moreno, caía en pequeños y largos tirabuzones, hasta la cintura, tal vez. Me encantaba cuando sonreía. Con su dentadura qué parecían estrellas, y...esa boca.
- Hola, eres Malcom no?
Me había hablado. Por primera vez en un año, me había hablado, me pellizqué, y no, no era un sueño.


- S..sí. Porqué?-no sabía que decirle, pues sus ojos,me habían hechizado.-
- Yo soy Alice. Mira, no te sigo, ni te busco, ya ni siquiera lo intento, pero te encuentro, te veo, te miro. Y sé, qué me gustas. 
- No entiendo nada. Llevo un año perdidamente loco por tí.
-Un año perdido...pero muchos por ganar.
-Aun no me lo creo...


- Desde aquella noche..me pareciste el hombre más increíble del mundo.





- Y qué dure para siempre.

miércoles, 14 de octubre de 2009

+Incontención.

  -  No habían pasado muchos días desde qué le daba vueltas. El cuadro de la entrada, que estaba al lado de aquel color cielo azul parpadeante no salía de mi cabeza. Quería tener un amor así. Pues claro, quien no?
Ya hacía 5 minutos qué estaba sintiendo la brisa fresca de la mañana sobre mi pelo enredado en forma de cascada, cuando él,  Ryan, me besó en el cuello. Me dí cuenta por un pequeño escalofrío...Él era la respuesta a todas mis preguntas. Cada vez qué se iba me hacía ahogar y sus besos me revivían cuando me sentía sola. Sus sonrisas me hacían descubrir la parte de niña que yo tenái, aquella Noa qué hace años aun soñaba despierta viendo películas de amor. 
- En qué piensas princesa?
- En el amor...en lo qué se es capaz de hacer por esa persona..
- Oh..y tú qué harias pequeña?
- Yo simplemente sería capaz de recorrer miles de kilómetros a pie si lo tubiera lejos sólo para verlo despertar, o le mandaría mensajes cada diez minutos para qué no se olvide de mí...Y tú, mi niño?
- Yo no la soltaría ningún segundo de mi vida. La llevaría al fin del mundo para perderme con ella y amantarla cuando tubiese frio, darle calor..y mimos cuando se sintiese triste. Y sobretodo...
-Sobretodo mi amor?

- Me gustaría morirme con ella, a su lado, y darle el último suspiro de mi corazón...

lunes, 12 de octubre de 2009

.Yo vivo por tí.

              - Querido Izan:

Mmm..Hola. No se me da bien escribir... Sé que a veces...no me porto demasiado bien...y que a veces..no soy la Rachelle que debería, o la que a tí te gustaría, o que también sueles pensar qué no te quiero...pero no es así.
Sé exactamente el número de pecas que tienes, tengo guardado en mi cabeza el sonido exacto de tú risa...Daría to..todo por estar a cada segundo mirándote..pero sabes que no doi. Me gusta cuando te pones nervioso...directamente te salen dos colores enormes color rosado y tus ojos brillan en un tono especial...y vienes y me abrazas.

Y...también tus besos. Me gusta sentir tú calidez. O cuando vamos a la playa. Me gusta cuando vemos juntos el amanecer en días de calor, y que hundas tus dedos en la arena..y después me acaricies. Por esto, y por cien mil y un detalles más, te quiero.

domingo, 11 de octubre de 2009

.Deseos.

- Otra vez estaba sonando. Sí. Sabía qué era por el...Tarde o temprano se presentaría en mi casa, mojado de gotas de lluvia, y seguramente de haber venido corriendo sin paraguas, vendría sofocado, tal vez, o no. Pero sabría qué vendría. La discusión de anoche no había sido nada, todo volvería a ser como siempre...o eso creía yo.
Todo era ...raro? Sí, mucho. En cualquiera otra ocasion hubiese ocurrido así, para no variar..pero está vez, nadie llamó al timbre...nadie llego sudando..y nadie después de 2 segundo se fué comiendo a besos a la habitación gritando te quieros sordos.
Pero sonó el teléfono.
- Rachelle..yo...
- Porqué no viniste!?
- Porqué estoy harto de tener que ir siempre yo y qué tu no te rebajes ni un poquito...Yo no puedo darlo todo en esta relación.

- ...TE QUIERO Izan.

domingo, 4 de octubre de 2009

- Es cuando...

- Izan...Y tú porqué me besaste?
- Nose exactamente, simplemente algo me hizo sentir, que era el momento perfecto, la mujer perfecta, y el sitio perfecto...
-Entonces...tú me quieres?
-No.
-Entonces...
-Shh. NO te quiero. NO te adoro. NO te amo. Simplemente esas cosas no se dicen Rachelle. Simplemente yo se, que cuando estás lejos no puedo soportarlo. Simplemente también sé, qué cuando estamos juntos, puedo estar mirándote hasta que así me pudra. Y qué cuando tu me miras, el reloj se para, y el tic-tac sólo se reactiva cuando nos alejamos...Yo sólo sé que  me pasa eso...Pero NO tequiero, princesa.
- Izan...yo...
- No digas nada...

 Y entonces todo se fundió en un beso, y en eso beso, los sentimientos, y sabéis? Yo sólo se, qué eso, es quererse. 

jueves, 1 de octubre de 2009

.Medicina.

- Amanda había dejado sobre la mesa de la cocina sus calcetines de fantasía nuevos, su jersey para el invierno blanco polar, y sus pantalones de cuero con una especie de escharca azul. Le encanta desvariar con su ropa, y hacer mil combinaciones orteras para ser diferentes a los demás, y no sentirse un bicho, como estos. Aparte de eso, llevaba en una bolsa gris metalizado las medicinas de Jack, qué estaba acatarrado a causa de las fuertes tormentas qué lo atraparon cuando salía del trabajo. 
Ella, antes de entrar en la habitación, suspiró, con las pastillas en la mano, y rozó sus yemas sobre la mirilla de la puerta, y entró.
Jack se encontraba tumbado boca  abajo sobre la cama, y sus ronquidos se escuchaban ahogados.  Amanda se posó sobre el borde de la cama con cuidado, posando el vaso de agua hervida sobre la mesita, y con la otra mano, el vaso de agua cristalina, para las pastillas.
- Jack, despierta, ya he llegado.- dijo sijilosamente.-
Él, se despertó con una sonrisa enorme, aunque con las ojeras perfiladas debajo de sus ojos como señal de qué poco había dormido, y dos oyuelos tartamudeantes en las mejillas.
- Amanda, qué guapa estás hoy...Bueno, como siempre..
- Jack, tontorrón, no disimules para qué  no me preocupe por tí, vale? Déjame qué cuide de tí, como tú haces conmigo...
- Amanda, lo hago por tí, ya sabes qué mi madre me tenía acostumbrado a los remedios caseros de mi abuela, y no creía en la medicina.
- Venga, Jack, sabes qué si no fuese por ella no me hubiese curado de aquella pulmonía. Venga, tómate esto.
-y le introdució las pastillas en la boca, con un sorbo ligero de agua, después.


- ¿Ves? No era tan difícil mi amor.- dijo con una sonrisa, orgullosa-.
- ... No me dejes  nunca.

; Confesiones.

- Sé que siempre quisiste estar conmigo, Jack, pero con los años me dí cuenta de qué lo tuyo es obsesión.-dije resentida-.
- Amanda, joder, quererse no puede estar mal, sé qué me necesitas a tú lado a diario, por eso estoy así todo el día. Amanda, además, yo también te necesito a tí para vivir.-dijo Jack, tocándole la mejilla-.
- Bueno, qué sí, qué es evidente que te quiero, y mucho...-dijo cogiéndole de las manos-.
- Amanda, dime otra vez qué me quieres, porfavor, Amanda!
- Te quiero Jack.
Entonces todo tomó forma, los ojos de Jack brillaron como nunca, y Amanda lo notó. Jack tomó iniciativa y la besó como nunca había besado a nadie.
- Amanda, fuiste, eres, y serás, la mujer de mí vida.